domingo, 8 de abril de 2012


PARA LOS NUEVOS ACTORES

Crónicas del teatro7/8


Esto del teatro es una de las invenciones más geniales de esta especie en evolución. Tal vez con la rueda, la palanca, el estado y el cero se constituye en uno  de ejes del desarrollo del pensamiento.
Es el teatro  la síntesis de la imperfección y de lo inacabado y por eso mismo el terreno para la permanente reflexión sobre el ser humano y la sociedad.

Todo el teatro que he conocido en estos más de cuarenta años del quehacer gira en torno al ser humano y su permanente lucha en la naturaleza, naturaleza que se expresa unas veces como sociedad con su implacable lucha de clases, otras veces como interioridad sicológica con sus crueles contradicciones. En la naturaleza del teatro está el ser humano como elemento.

El teatro es la palabra, la más alta expresión del pensamiento:

Aire convertido en sonido,
sonido transformado en palabra,
palabra transfigurada en emoción.

Deja salir el aire
con la suavidad de la brisa en una fría madrugada:
Encoge el alma y estruja el corazón.
Obliga al sentido de la ira o del amor
a latir en el centro de tu cuerpo:

                                Que se vuelva sonido,
                                que se convierta  en voz,
                                que se haga materia:
                                Permite que tu tormenta
                                te ilumine y te destruya.


Es el teatro un espacio para la vida:

Constrúyeme un espacio,
un espacio en donde quepan
el Egeo y los troyanos,
las naves aqueas y el terrible Citerón;
un bosque encantando
y una celosa Venecia;
un fortificado castillo
y un amoroso balcón,
y un campo de batalla y el carromato de la madre,
un inmenso inquilinato y una catedral de hielo.
Yo quiero un espacio donde quepa el mundo entero
y el cielo y el infierno
y que quepa la noche y quepa el día
y si no es el día ni la noche ¡qué importa!
De todos modos debe existir.
Y un espacio en donde pase el tiempo
o en donde el tiempo se detenga
o en donde el tiempo pase como ráfaga de viento.
Un espacio en donde vivan hombres y mujeres
o fantasmas o demonios
o en donde no viva nadie,
un espacio para la luz o para la oscuridad,
para la vida o para la muerte
o para la nada.
Constrúyeme un espacio para la verdad o para la mentira,
que es lo mismo.
Constrúyeme un teatro.

El teatro es pintura y escultura en el efímero tiempo, y en movimiento:

Colores que se mezclan en el aire
y rayos que cortan y penumbras que iluminan.
Un ocaso lleno de arreboles
o un helado amanecer en el fiordo ibseniano.
Un resisterio de cientocincuentamil vatios
para cruzar el desierto
o una eterna oscuridad
a la luz de una llamita que titila
y pone a trepidar las sombras por el miedo
sobre el piso anegado en rojo
para consumar el asesinato de Duncan.
La luz de una luna creciente cuidadosamente preparada
mostrando la llegada del amor
y con el primer vuelo de la alondra
se transformará de azul en gris
para señalar la llegada del amante.

Luz proyectada dibujando en la nada
y construyendo el volumen sólido
de las cosas en movimiento.   

Y el teatro es el otro, el misterio del otro:

Deja vivir al otro, no trates de imponerte.
Sólo cuando comprendas que el otro es más que tú,
que él es el personaje
y tú, solamente eres un actor,
cuando entiendas su mundo abandonando el tuyo,
cuando tu voz te suene falsa,
y tu cuerpo te estorbe
y te incomode el espacio:
Deja que salga su voz y ámala,
deja mover su cuerpo y ámalo,
métete en su espacio y ámalo;
sólo así serás actor.
Todo el misterio reside en ser otro.
Si no quieres ser otro
y piensas que eres más interesante
y  como tal te vas a mostrar,
quédate en tu casa que tu mamá te quiere
y a diario repetirá  “es mi hijo..es mi hijo”,
tu eres un personaje para ella, pero sólo para ella.
Y cuando tu mamá venga al teatro
y no te reconozca,
ese día,
te graduarás de actor
porque ese día no fuiste su hijo.


Así que la carrera que emprenden hoy Angélica y Camilo está inscrita desde ya en la titánica aventura de comprender la naturaleza humana, la variable y cambiante naturaleza humana.

Melpómene y Talía los acompañen en este viaje que hoy emprenden, les den fuerza, perseverancia,  sabiduría; los lleven por un camino de satisfacciones para la realización de una vida feliz.

En la Escuela de Formación de Actores
Noviembre de 2011


Continúa Y la vida empezó en sábado 7/8



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